lunes, 30 de septiembre de 2013

2x01 La Boda

     





        Somos el resultado de nuestros pensamientos y  sentimientos, estos últimos nos llevan a la parte más ilógica de nuestra persona, a lo irracional, a dejarnos llevar, a olvidarnos de pensar para adentrarnos en el mundo de las emociones y para simplemente sentir.







     Al día siguiente de cerrar la primera temporada del blog quedaba con Maria José, María, Mari (La Mari). Y ahí estaba mi entrada (algunos la llamáis invitación) para la boda, la boda, sin duda, del año. Antes de pasaros a contar mi verano, os voy a contar la boda. Por lo tanto será una semana de ir y venir en el tiempo.







       El 31 de Agosto tenía lugar este encuentro de amigos y amigas, llegamos al sitio, cerca de la Alberca, en la Abadía de los templarios, http://www.abadiadelostemplarios.com/  . El sitio es maravillo, uno de los más bonitos para casarse, es una pequeña aldea que en cuanto llegas eres contagiado por una magia que te acompaña toda la estancia. En el momento de la ceremonia, donde al que más y al que menos se le escapó alguna lagrimilla, teníamos la Sierra de Francia a nuestros pies y ese es un momento que no se olvida jamás, la novia, mi amiga María ( La Mari) iba preciosa, pocas veces ha habido y habrá una novia tan guapa como ella, Javi (Bernal) el novio no le hacía sombra, hacían una pareja perfecta.


     Tras la ceremonia, con un maestro de ceremonias brillante, pasamos al ágape, donde comenzamos con las tablas de quesos y acabamos con los mojitos, literalmente, los acabamos. Llegó la novia y lanzó el ramo, mi amiga Ana lo cogió, luchó por el y lo consiguió :). En el salón de bodas, donde cenamos excelentemente bien (es redundante lo se, pero en las bodas normalmente la gente cuando regresa a casa se hace un bocata, pero aquí no. Insisto cenamos requetebien) La mesa seis (amigos de la novia) y la mesa nueve (amigos de del novio) la liamos pero  bien, hicimos una animación superchula con el megáfono que llevaron Ana y Rubén. Fue un momento genial. Después de la media, la corbata, puros y demás llegó el momento del vals donde algunos nos atrevimos a bailar y compartir con los novios ese momento, Marta nuestro momento vals no lo vamos a olvidar nunca.



      Lo que tampoco se me olvidará fue la barra libre, una de las mejores barras de mi vida, creo que la mejor, esos momentos fueron acompañados por esa magia que no nos abandonó en toda la noche.





         Fue un día absolutamente perfecto...

...y lo sabes!!! 







           Cómo os he dicho antes estos días os contaré mi verano y algunas de las cosillas pendientes en la anterior etapa del blog. Os adelanto que este verano ha habido cambios en mi vida, gracias a ti.


              Dejarse llevar es olvidarse de pensar, y comenzar a sentir mas fuerte, no tener problemas con lo moralmente aceptado y saber que estás haciendo lo correcto, no solo porque no haces daño a nadie si no porque estás dejando libre a las emociones para compartirlas con otra persona. Y recordar......dejaos llevar, volar juntos pero no atados. Por cierto hablando de volar, sabéis lo que dice el refrán ¿no? Que de una boda sale otra, pues me temo que muchos de los que estuvimos ahí volveremos a reunirnos muy pronto. ¿Quieres casarte conmigo?