Llegaste haciendo poco ruído, casi
sin darme cuenta nos hicimos amigos,
es raro pero confiaba en tí desde el primer día.
Nuestros libros, nuestras ideas, nuestras pelis
y lo que parecía una carrera de fondo ya está
llegando a su fin, me alegro tanto de haberte
conocido, pero tanto que no te puedes ni imaginar.
Tu presencia en mi vida ha sido de tanta ayuda
que me entiendes con solo mirarme. Gracias pequeña por todo lo que has hecho por mi. Felíz cambio de estación. Recuerda, segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer, siempre acompañada de tu maleta, de tus ganas, de ti.
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