LA NOCHE DE LAS TRES LUNAS
PRIMERA LUNA.
Todo hacía indicar que
la noche iba a ser larga, mucho más que la anterior pero menos que la
siguiente, era día 1 y la muerte y la vida luchaban por ver quien cruzaba el
puente antes, sacaron sus espadas y empezaron a combatir, muchos fuimos los que
presenciamos esa lucha hasta el final, con esperanza de que los buenos siempre
ganan, aunque el final aún estaba lejos.
Luchaban ambas por ver
quien ganaba una vez más porque esta era la sexta batalla que disputaban y
siempre había ganado la vida. ¿Por qué ahora iba a ser diferente? En las
primeras de estas batallas ni si quiera estuve, en otras solo me enteraba de
pasada, pero en esta fui espectador de primera fila, así lo decidí, esta vez
luchaban con todas las armas que ambas tenían.
Durante esa primera luna
fue la batalla más dura cuando prácticamente vida no tenía nada que hacer, sin
armadura, sin espada y sin escudo poco podía hacer frente a una muerte a
caballo, bien equipada y con mucha experiencia, aun así y para sorpresa de
todos la vida con un sutil golpe a las patas del caballo desmontó a muerte e
igualó la batalla, durante esa primera luna todos mirábamos callados sin saber
que decir, sentíamos cerca el final pero teníamos la esperanza de ver salir
airosa a nuestra apreciada vida.
SEGUNDA LUNA
Cuando apareció la
segunda luna ya estábamos muy tensos la batalla duraba demasiado, prácticamente
en igualdad de condiciones, con apenas fuerzas ambas disputaban una dura batalla
que ya duraba unas cuantas semanas, y todo era oscuridad, seguía la noche y
ninguna daba su brazo a torcer. La vida quería ganar su sexta batalla pero la
muerte no estaba dispuesta a una nueva derrota, habían luchado tantas veces que
sabía sus puntos débiles, de repente la muerte paró la batalla y nos miró a la
cara a cada uno de los que estábamos allí y convencida de su victoria nos dijo,
esta vez sí, esta vez me lo llevo, esta
vez ganaré, lo siento, nos volveremos a ver, pero esta vez él se viene conmigo,
ya me ha ganado en cinco ocasiones, pero hoy gano yo. Hasta pronto. Y así
sin más fue a por él y se lo llevó, mi abuelo murió y la vida perdió la batalla
por primera vez en 92 años y cinco batallas a sus espaldas.
TERCERA LUNA
La ceremonia reunió a
gente de todos los lugares, era la última de una estirpe, el último de los
cuatro sabios que se iba, mi padre como hijo mayor se hacía cargo de las
circunstancias, sus hermanos también, mis primos, mis tías y yo, aconsejábamos
pero las decisiones fueron suyas y acertadas en todo momento. Durante días de
oscuridad y en el periodo de la tercera luna, las gentes no paraban de llegar
de todos los rincones, al final de las ceremonias, ritos y palabras finales
hacia mi abuelo, mi padre se acercó y me dijo gracias, esta comunidad nos ha
acogido durante años, primero a tu abuelo
y a su familia, luego tus tíos y yo nos hicimos hueco en ella y ahora tú
y la gente que ha venido por ti nos ha mostrado tu grandeza, eres un hombre de
la comunidad y ese es el mejor legado que podemos dejarte.
No puedo no nombrarte a
ti, tu que estabas a mi lado presenciando la batalla, que me miraste en cuanto
murió y desde entonces no te moviste de mi lado, tus besos, tus abrazos, tu
estar en el silencio y en la familia, si he tenido alguna duda durante el
camino, ahora sí, has sido como yo hubiera sido, porque al final y sin querer
somos uno. Nunca olvidaré ese beso en la mejilla cuando más lo necesitaba, ese
beso de último aliento, de queda poco, de sé fuerte, de estoy aquí.
Ahora que ya pasa la
noche larga, la noche de las tres lunas, y comienza el amanecer, un nuevo
amanecer donde todo será diferente sin el último de los cuatro sabios y que los
roles y papeles cambiarán, ahora que nuevas batallas libraremos y que nuevos
personajes aparecerán en escena, ahora, abuelo es cuando vive en mí tu
recuerdo. ¡Hasta Siempre!
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