Amigos, amigos de toda la vida, de los del colegio, de los del instituto, siempre echando en falta a alguien pero reencuentros inmejorables, con gente que te quiere y aprecia de verdad, con gente que a pesar de los años te conoce.
Una boda de esas de gente que se conoce en el instituto, de esas que aunque haya habido idas y venidas cada vez mas unidos batallamos juntos y por algo empezaron todas esas amistades y por eso de alguna forma volvemos a ellas.
Gracias Carmen y Fernando por ese día tan especial, por hacerlo posible, por los reencuentros, por disfrutar de vosotros y por darme cuenta de lo importante de la vida, el poco a poco y la confianza.
y... se abre la veda
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