Por más que corría por el bosque, el se veía como una parte más del paisaje, siempre volvía, siempre llevando a su dueña de vuelta a casa, mientras el disfrutaba de la finca y esa historia se repetía día tras día, mientras que una noche uno de los caballos que estaba cerca calló desplomado y antes de morir, solo pudo decirle a su amigo, sal, vive, disfruta y se libre... entonces se tu mismo el que decide si volver o no, El caballo levantó la cabeza miró al bosque y por fin descubrió lo que le pasaba.
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