Hola ¿Qué tal? Hacía tiempo que no te escribía, quizás demasiado, o quizás demasiado poco, quizás demasiado tarde, o quizás demasiado pronto, recuerdo que siempre te ha gustado oír mis tonterías, disfrutar de un momento juntos, o tumbarte a mi lado estando unas veces demasiado incómoda y otras demasiado cómoda. Recuerdo tus miradas pero olvido tus palabras. Una palabra aunque no quiera puede engañar, encubrir, pero una mirada es sincera, limpia y difícil de ocultar.
Puede ser un punto seguido, a parte o final, no me apetece decidirlo,
pero si me apetece seguir escribiéndote, leyéndote y continuar con este libro
sin final. Me gustan las sagas, las trilogías, poder dar continuidad a una
historia inacabada, quizás sea el último libro, quizás sean dos trilogías o una
heptalogía, quien sabe que nos deparan las siguientes páginas.
Es necesario que las historias secundarias salgan a la luz para dar a los
protagonistas un tiempo, un espacio, para reforzar lazos y para que las historias principales y las secundarias se entremezclen sin ningún perjuicio.
Como te decía al principio mis tonterías son las tuyas y aquí seguirán,
no estés nerviosa, no pasa nada, sigue en la historia, al menos acabemos la trilogía, es normal que la protagonista se vaya para volver con más fuerza, yo
también lo hago, dejemos paso a otras historias sabiendo que el final lo
marcamos nosotros.
Recuerda, la luna no sonríe, hasta que no te asomes por la ventana.
Hasta pronto, eso es tarde, quizás mejor, hasta mañana.
P.D. Te dejo la canción que me acompañó mientras escribía estas letras.
P.D. Te dejo la canción que me acompañó mientras escribía estas letras.
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