jueves, 12 de diciembre de 2013

2x49 Noche Vieja Universitaria #NU



            La Noche Vieja universitaria ha llegado un año más, recuerdo haber bajado a dos, mis dos primeros años de carrera, el primero fue especial pero con universitarios de últimos cursos celebrando con nuestros compañeros el fin de año ya que muchos eran de fuera y no podríamos vernos en la noche vieja real, una plaza como a la mitad y luego a tomar algo. El siguiente año ya empezó el agobio y el mogollón, de esperar para como 45 minutos para entrar en uno de mis baretos de fiesta. Ahí decidí no volver, de esto hace ya 8 años.

¿Qué pienso ahora a mis 30 años de la Noche Vieja Universitaria, #NU? Pues os lo diría, pero hay una persona que lo ha definido y contextualizado a la perfección, aquí os dejo su enlace y su blog.

Feliz Noche de jueves a todos y todas y feliz #NU a aquellos universitarios que crearon algo propio para ahora convertirse en un producto de los hosteleros salmantinos con ayuda de nuestro alcalde, que es capaz de patrocinar bebidas alcoholicas en nuestra hermosa plaza mayor pero luego si te ve bebiendo en la calle un botellín te azota con más de 300 pavos de multa. Esta es la doble moral que lleva años imperando por nuestras calles históricas.

Os dejo con el texto, el cual suscribo en su totalidad.

Lo que Salamanca presta.



 Salamanca non  presta.

A la piara de impresentables acaudillada por nuestro alcalde, Don Alfonso I de Brugal, prostituyendo hasta a la rana de la fachada por un sobresueldo. A los sinvergüenzas, carroñeros, parásitos, oportunistas y demás patrocinadores que han usurpado y corrompido actos universitarios que iniciaron jóvenes sin más objetivo que despedir juntos el año. A la manada etílicamente trastornada de paletos destrozando -literal y metafóricamente- una Ciudad Europea de la Cultura, y dejando a los universitarios locales a la altura del primer hielo del cubata. Mafia del garrafón contando las consumiciones vendidas mientras sanitarios cuentan los comas etílicos. A la Policía obligada a derramar botellas confiscadas por las calles so irónico pretexto de que el botellón ensucia la ciudad. 

Permítidme que exprese mi desaprobación y cabreo con la panda de proxenetas culturales que, no contentos con dejar que la actividad cultural se evapore, han preferido invertir fondos en un macrobotellón que en subsanar la situación de aquello que lleva vertebrando a nuestra ciudad durante casi ocho siglos: La Universidad.

Pero lo que realmente enerva es la impotencia con la que los residentes de Salamanca contemplamos, impávidos y resignados,  como una de las ciudades con más historia de España se convierte en un burdel de carretera.  La indiferencia con la que hemos pasado de ser una ciudad conocida mundialmente por ser Patrimonio de la Humanidad a ser famosa por las intoxicaciones etílicas y los “buah tío, vaya noche: me follé a una encima del capó de un coche”.

Concluyo diciendo, en nombre de la reputación de los estudiantes, de los vecinos que esa noche no podrán dormir, de los que sufrirán el vandalismo en sus negocios y domicilios, de los sanitarios desbordados, de los servicios de limpieza, de la parte sensata de la Comunidad Universitaria, de Fray Luis, de Góngora, de Nebrija, de Fernando de Rojas, de Francisco de Vitoria, de Unamuno y de la puta rana de la fachada: métanse el calificativo “universitaria” de sus chanchullos por donde les quepa. 

Fuente: http://farmaciaenguardia.blogspot.com.es/2013/12/lo-que-salamanca-presta.html

Gracias a @hirondelle20 por darme(nos) a conocer esta entrada y el blog.

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