¿Qué es el amor?
¿Estamos preparados para él? A la primera pregunta no estoy capacitada para contestar,
para cada uno es, significa una cosa; en cuanto a la segunda, tengo mis dudas. Creo
que el concepto se amor se ha desvirtuado. No hemos asimilado la esencia que el
concepto tiene impregnada y la confundimos con calentones, enamoramientos
pasajeros y obsesiones desnaturalizadas. Los tempos que el amor necesita han
sido mancillados y olvidados; la sociedad del presente ha obligado a vivir
rápidamente, la inmediatez no nos deja saborear los momentos y nos hemos
olvidado de disfrutar. No somos capaces de alargar las sensaciones en el
tiempo, preferimos exprimir los segundos para poder vivir cuanto más mejor; no
cayendo en la cuenta de que más no significa de mayor calidad.
Además, tenemos
un problema, estamos tan acostumbrados a mirar las características de las cosas
que hemos categorizado también el amor. Tenemos una idea clara de lo que queremos,
y si alguna de esas categorías no es respetada pasamos página y a otra cosa
mariposa. No sabemos ceder, los antivalores nos han absorbido y han tocado al
amor también. Ya no somos conformistas, que por una parte está de puta madre
pero eso también nos hace estar constantemente poniendo en duda todo, replanteándonos
todo y no nos deja llevarnos llevar. Por que si una cosa tengo clara es que en
el amor hay que dejarse llevar, no puedes categorizar porque así solo estarás
rellenando un test que muy posiblemente nadie pueda cumplir porque esa idea de
persona “perfecta” solo esté en tu cabeza.
Luego está el dilema de que es lo que nos conviene…. a mí este texto de Paulo Cohelo me
gusta especialmente, por eso, por lo que buscamos, encontramos, perdemos,
tenemos…
"Dicen que a lo largo de nuestra
vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre,
puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues
la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor,
una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan
conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre,
alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os
rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.
Pero os aseguro que no pasaréis una sola
noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más...
Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os
ha venido su nombre a la cabeza.
Os librareis de él o de ella, dejareis
de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero
os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para
perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien
a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias... "
¿Estás preparadx para el amor?
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