Si lo pensáis bien somos como patatas, más o menos todos iguales y solemos ir en pequeños grupos (pinchos) o grupos más grandes (raciones), salimos a la misma hora a trabajar, de fiesta, a tomar el café y unos somos más sosos y otros tenemos más salsa, pero siempre o unos u otros y en distintos momentos de la vida nos quedamos solos porque las demás patatas (personas) se van, esa soledad puede ser escogida o sentenciada, cuando es escogida es sensacional porque somos patatas independientes y nos podemos meter en las salsas que queramos, cuando es obligada buscamos a otras patatas para compartir bandeja. De todas formas y hagamos lo que hagamos siempre habrá otra patata dispuesta a clavarnos un palillo o a darnos un palo.
Patata mía sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras y para lo que no también, que me gustan todas las salsas y recuerda que la soledad compartida es menos soledad.
¡PATATAS AL PODER!
¡PODER PATATIL!
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