martes, 18 de noviembre de 2014

3x42 Sin saber por qué


Inevitablemente, todos proyectamos algo hacia los demás, cuando se consigue la luz adecuada para brillar, nace un momento imparable.
Vanesa Martín.




      Todos y cada uno de nosotros, tenemos sentimientos, aunque intentemos ocultarlos, aunque nos miremos al espejo y nos engañemos a nosotros mismos, todos en nuestra más profunda intimidad nos levantamos llenos de sentimientos, pero parece ser que según nos vestimos para enfrentarnos al mundo los dejamos en casa, en esos rincones escondidos de nuestras habitaciones, a mi no me da miedo sentir, ni decir que siento, pero algunas de las personas que nos rodean ven esto como una gran torpeza o lo ven como una vulnerabilidad a la hora de enfrentarte a la vida. Lo malo de sentir es que puedes pasarlo bien o mal puedes sentirte muy arriba o muy abajo y esto le da un cierto poder a los demás para hacer de nosotros lo que quieran.

                   Para aquellos que me conocéis no os desvelo nada si os digo que para mi la amistad es tan importante como el amor, para algunos de vosotros será más o menos, para mi ambos tienen la misma importancia, de hecho una importancia bastante alta. Por eso cuando me voy con los sentimientos a la calle me expongo a que algunas personas jueguen con ellos, y es que me doy cuenda que las palabras amiga y amigo son cada vez más grandes en mi vida, y cuando una amiga o un amigo juega con tus sentimientos, le saca cierta ventaja al juego de la vida  porque yo los saco a la calle y la persona en cuestión los deja en casa guardaditos en cajón con 7 llaves. Y claro cuando juegan con algo tan importante para uno como es la confianza, la lealtad, los sentimientos y la sinceridad esto parece ocupar lo más importante de nuestra vida al menos durante unos días, y no es que yo, señores, vaya regalando paquetitos de sentimientos como el que regala bolis de propaganda, yo miro mucho a quien le enseño mis sentimientos y como se los enseño y todo lo que ello conlleva pero claro, no siempre acierto y en el fondo es bonito no acertar porque cuando nos fallan y nos duele ahí en la boca del estomago estamos jodidos 3 ó 4 días ó 3 ó 4 meses da igual, pero esto nos hace ser más cautos, más listos y lamentablemente también nos obliga a dejar más veces los sentimientos en ese rincón olvidado de nuestra habitación, de momento yo seguiré sacando los míos, no siempre claro está, y cada vez seré más contenido al enseñarlos, pero amigos y amigas os aseguro que, de momento, seguiré sintiendo allá por donde vaya.


Quizás la letra de esta canción 
tenga, hoy, más sentido que nunca.

Parece que todos lo ven
y yo sigo ahí sin saber por qué
Excusándote, Excusándome
y yo sigo ahí sin saber por qué
sin saber por qué
sin saber por qué

No hay comentarios:

Publicar un comentario