Normalmente cuando llamamos a una puerta estamos más pendiente de lo que vamos a decir, que de fijarnos bien en la persona que abre, soltamos nuestro discurso o preguntamos lo que necesitamos y nos quedamos más tranquilos, una de esas puertas ha sido abierta por la persona mas maravillosa del mundo, ella sabía que yo estaba allí, aunque no había llamado, ella abre esa puerta cuando sabe que la necesito, siempre en el momento adecuado y no necesito hablar, solo nos miramos o me dice la palabra exacta para que todo fluya, es difícil encontrar gente así, afortunadamente yo he tenido en todas las etapas de mi vida a alguien así y de esas relaciones son de las que se constituya mi mundo. Hoy solo quiero daros las gracias a todos los que me cuidáis y preocupáis de mi y sobre todo a ti pequeña saltamontes, cada día y a poquitos nos vamos queriendo más.
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