Justo antes de abrir los ojos, en ese segundo en el que te despiertas pero aun no eres consciente de ello, mi primer pensamiento ha sido para ti y me invadía una tremenda tristeza acompañada de una calma fría. Ayer me enteraba de la noticia a través de este mensaje en facebook.
Tal como lo leí, sentado en la cama, así me quede un rato, sin mucha reacción, la tarde transcurrió normal, creo que era parte del proceso de asimilación y que no me lo acababa de creer, esta mañana al levantarme y pensar en el me ha arropado una manta de recuerdos y sensaciones.
No recuerdo el día exacto en el que te conocí, se que fue en sexto curso, en el cole, yo había llegado un año antes nuevo quizás por eso conectamos tan bien. Venías de Logroño y tu capacidad de observación era increíble, enseguida nos hicimos amigos. Tu mirada era frágil, siempre lo fue y tenías una sabiduría de la vida que muchos no alcanzarán en todos los años que vivan.
Durante toda la ESO nos hicimos muy amigos, conocí a tus padres, e iba a tu casa los viernes por la tarde. Diego, se fue haciendo amigo nuestro y los tres hacíamos un buen tándem. Nunca olvidaré los viernes por la tarde en tu casa jugando a un montón de cosas, las meriendas que nos hacía tu madre y los secretos que compartíamos. En 4º de ESO debido a tu enfermedad dejaste de ir a clase, pero Diego y yo seguíamos yendo a tu casa con algo más de frecuencia aunque eso no duró mucho, cuando empezamos bachillerato la cosa cambió, nunca tuve claro porque parte y siempre he tenido esa espinita clavada, pero nos fuimos distanciando aunque siempre sabíamos el uno del otro. Muchas veces me he parado a pensar porque nos distanciamos aunque aun hoy ya sin ti, no encuentro la respuesta.
Últimamente debatíamos por facebook, me encantaban nuestras luchas mentales, siempre me ganabas, pero claro, siempre fuiste mucho más inteligente que yo.
No podía dejar de escribirte hoy, no podía ser de otro modo, no creo especialmente en un cielo donde nos reencontremos, pero si se que nos volveremos a ver, porque se que esto no acaba aquí y en un cielo o en otra vida o en otro espacio nos reencontraremos y simplemente sabremos que somos nosotros. Siempre me acompañarás David, siempre irás conmigo y mis logros serán los tuyos.
¡Hasta pronto!
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