viernes, 22 de marzo de 2013

1x23 ¿Eres tú? (I)








        Todas las tardes de lluvia, cuando estaba en casa solía hacer el mismo ritual, si su mundo que no paraba nunca se lo permitía. Le gustaba caminar descalza eso le hacía sentir el crujir de la madera en sus pies y poder comprobar que zonas de la casa estaban más frías y cuales más calientes. Se hacía un cacao, cogía un libro y se sentaba en su puf, el cual tenía estratégicamente colocado al lado de un ventanal enorme desde el que se divisaba la plazuela que tanta vida había tenido años atrás y donde podía disfrutar de un sobrecogedor cielo gris con toda su lluvia, truenos y relámpagos, sin duda todo esto acompañada de su manta, en la que se refugió con los primeros desamores, la que la acompañó en esas largas noches de estudio, la que la tapó cuando surgió el primer beso... 

     Ella era peculiar, distinta y eso la hacía si cabía más atractiva, ella lo sabía pero no le daba demasiada importancia, valoraba más sus defectos que sus virtudes, no quería que fuera así pero así era.





        Esa tarde la lluvia se hacía especialmente caprichosa y se resistía a irse, dejó de leer y apoyó su cabeza sobre su hombro derecho mientras cerraba los ojos y escuchaba lo que la lluvia pretendía decirle.

          Un rato después sonó el telefonillo, lo miró pero sus pies se resistían a caminar, quizás obedeciendo órdenes de su cabecita o de su corazon, ¿Esta vez se habían puesto de acuerdo? Improbable. Sonó de nuevo, esta vez más insistente. Ella se resistía a abrir porque sabía que era él, que estaría empapado y que venía a decirle algo que no sabía si quería escuchar, el telefonillo sonó una tercera y última vez para dejar un silencio imperial en la casa, ni la lluvia podía interrumpir ese momento, ella se asustó, sabía que había sido el último aviso, corrió hacia el telefonillo, lo descolgó y sólo hizo una pregunta ¿Eres tú?



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