miércoles, 24 de abril de 2013

1x137 ¿Quienes os creéis que sois?




EL MINISTRO: ¿Quién te crees que eres para decidir por las mujeres? Tú, que ibas de liberal de tu partido, que durante un tiempo me caíste bien, ahora metes a la curia romana en decisiones de estado y quieres imponer tu criterio o el de otros en una sociedad propia de épocas ya olvidadas. La mujer ha de decidir sobre su cuerpo, siempre ha de ser así. No veas a las mujeres como "parientas", como meras procreadoras de la especie, son personas y no me cabe duda de que son las personas mas maravillosas que puedan existir y que el simple hecho de poder dar la vida ya las hace mágicas. No tengas el valor de decirles que no pueden hacer con su cuerpo lo que quieran, ¿Pero quien eres tú para decirle a una mujer lo que hacer con su cuerpo? ¿Quién te crees para decir que una mujer puede morir pero lo importante es que que de a luz? ¿ Por qué tienes que decidir sobre una vida de sufrimiento constante cuando el feto este mal formado? es mas, encima tus amigos de partido quitáis las ayudas para las personas que tienen necesidades vitales especiales. ¿Qué pretendes? No puedo entenderlo.


LA IGLESIA: No os metáis en asuntos que no os incumben. Tenéis a las mujeres como objetos, a las hermanas de vuestra comunidad como sirvientas de los curas, a las que no dais valía ni autoridad, ni cargo, ni responsabilidad, tenéis a las monjas como fieles servidoras, hijas de la caridad o monjas de clausura, ¿ Por qué? Acaso ¿no es valida una mujer para representar la palabra de Dios en la tierra? Es más ni para ser palabra en la curia, ni para ser palabra en la iglesia. El valor que dais a la mujer es de sirvienta y de alma caritativa. Dar valor a la mujer, dárselo como persona autónoma con capacidad de decisión y de actuación. ¿Quiénes sois para decidir sobre las familias, sobre las mujeres? ¿Vosotros? JA JA JA. ¿Con que autoridad? ¿Cuántos hijos tenéis? ¿Cómo vivís con vuestra pareja? ¿Que aspiraciones o problemas tenéis en la familia y en el matrimonio? No tenéis ningún poder de decisión porque no sois ejemplo de nada, de nada bueno.


LAS OPCIONES: ¿De verdad pensáis que las mujeres no van a abortar? Otros países, clínicas privadas, sinceramente nos movemos en una doble moral. Por un lado si tienes dinero podrás abortar en otro país o en una clínica privada, con lo cual ¿ A que Dios rezamos? Al del dinero, al de la falsa moral, al de la doble moral, incluso diferenciamos entre ricos  y pobres. Si eres rico no importa tanto si abortas, esto nos lleva a las clases sociales.


LAS CLASES SOCIALES: Clase media vete despidiendo del privilegio que se te concedió con la llegada del estado de bienestar. Ahora solo hay ricos y pobres, clase alta y baja. Los de arriba podrán hacer lo que quieran, posiblemente abortarán y luego le será perdonado el pecado en confesión y no pasa nada porque su padre donará dinero para una nueva restauración de la iglesia. Mientras que una mujer sin recursos que su vida corra peligro con un feto mal formado y sin posibilidad de irse a London o a cualquier clínica privada a abortar tendrá que tener a su hijo porque alguien ha decidido que manda sobre su cuerpo.

LOS HOMBRES: Tenemos mucho que decir, siempre respetando el criterio de las mujeres y sabiendo que la última palabra es suya porque recordad, ellas tienen el don de dar la vida, si con nuestra colaboración pero no hablo de eso, hablo de su grandeza y de su poder de decisión. Los hombres debemos decirle a este gobierno eclesial que no tiene derecho a meterse en la vida privada de nadie ni a mandar sobre el cuerpo de nadie, debemos apoyar las decisiones de las mujeres y debemos respetar lo que sus cuerpos y sus formas de hacer y actuar porque simplemente es su cuerpo y su vida.


LAS MUJERES: No hablaré casi nada porque es vuestra la palabra y mi condición solo ha sido como hombre que lucha por la igualdad de clases para que todas tengan las mismas opciones esperando a que la iglesia cambie algún día y muestre la verdadera palabra de Dios a un ministro cerril y con ganas de manipular cuerpos ajenos. Vosotras decidís y nosotros o al menos yo os apoyaré en la decisión que toméis.

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