Cuando cambiamos de chaqueta o pantalón o decidimos dejar de usar un complemento y sustituirlo por otro no solemos darle importancia, no hay porque dársela, el problema viene cuando esto lo extrapolamos a las personas, estamos en un momento en el que todo va muy rápido, las comunicaciones están cambiando, se que a algunos os cuesta asumirlo pero lo de llamar a casa, escribir una carta, o quedar en el bar para echar una partida se está convirtiendo en algo antiguo, incluso algo vintage. No podemos (no queremos diréis algunos) cambiar la forma de comunicarnos que tenemos ahora, sin embargo si podemos adaptarnos a ella, establecer normas, no todo lo pasado fue mejor. Tener una conversación al directo con alguien que está en Bolivia es un avance, poder trabajar en tiempo real con documentos oficiales y poder firmarlos de manera digital desde Nueva York a Salamanca es un avance, pero claro todo tiene su cara y su cruz y la cruz de esto es la gente que no quiere o puede adaptarse, la famosa brecha digital, esa gente quedará totalmente perdida y aislada.
Algunos se creen alternativos por no usar las TIC (smartphone, tablet, ipad, iphone, e-books), nada más lejos de la realidad, la alternativa no consiste en oponerse al avance sino en proponer una alternativa mejor. Algunos me recuerdan a esos tiempos en los que llegó el ordenador y dijeron que ellos eran de máquina de escribir o cuando llegó la ciencia y dijeron que eso era cosa del demonio.
Las TIC son herramientas, depende de ti como las uses, lo que está claro es que si algo está fallando es que solemos comunicarnos tan deprisa y de una forma tan precipitada que olvidamos los detalles y los cuidados, y dejamos a ese amigo de lado casi sin darnos cuenta como quien deja esa camisa rota para estar en casa las tardes de domingo. No os olvidéis nunca que una caricia, un beso, un abrazo, un ¿Qué tal estás? se puede hacer en vivo y virtual, cada cual que lo haga como quiera, pero no nos olvidemos de que las personas están detrás de eso que llamamos... whatsapp, twitter, facebook... y que hay que aprender a comunicarse desde estos nuevos medios, al igual que nos acostumbramos a dejar de usar las cabinas para hablar por el teléfono móvil.
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