2x17 Ratones de biblioteca

- Señorita le llevo diciendo 3 horas que necesito, ese libro, que cada 24 de octubre, cojo ese libro de la biblioteca.

- Lo se señor pero está reservado hasta mediados de noviembre.

- Creo que no me entiende...

- Creo que el que no me entiende es usted a mi, hasta que la persona que tiene el libro no lo devuelva no puedo hacer nada, déjeme, un número de teléfono y una dirección de correo electrónico y...

- Déjelo, usted no entiendo nada.

- Señor, lo siento, de verdad, lo siento.

El hombre comprendió que la mujer lo sentía de verdad y entonces soltó la demoledora frase.

- Era mi novia, cada año cogíamos ese libro en la biblioteca y lo leíamos hasta acabarlo, en aquella mesa de allí, ahora está muerta, pero quiero mantenerla viva, se que es una tontería pero...

- No lo es señor, les recuerdo, cada año con su libro en aquella mesa, es una de las historias más bonitas que han pasado por aquí. Siento mucho lo de su novia, quizás si lo comprara, conozco una librería cerca de aquí...

- NO!!! No se da cuenta, era nuestro sitio, nuestro libro, ese libro.

- De verdad, no puedo hacer nada, vuelva mañana quizás lo devuelvan antes.

Y así lo hizo durante 3 días, solo esperaba a que apareciera la persona, mientras durante esos días no paraba de hablar con la bibliotecaria de sus vidas reales e imaginarias, de sus libros, de sus espacios, de sus vidas, el día 24 a las 12h del medio día una chica llegó con el libro, la bibliotecaria y el chico se miraron, la tradición, se podía cumplir, mientras él se acercaba a su mesa con su libro, comenzó a caminar despacio se dio la vuelta le devolvió el libro a su nueva confidente y le dijo:

- Creo que es hora de pasar página.

- Ella le sonrió, se levantó, se puso del otro lado del mostrador, le cogió la mano y fueron a la tercera planta, sacó un libro grande y allí de pie se pusieron a leer y comenzaron su nueva historia.

Recordad trasteadores, no tengáis miedo de cerrar capítulos de vuestra vida, eso os va a permitir abrir nuevas historias, nuevos libros y quien sabe si olvidar o retomar viejas leyendas.